Hace un par de meses abrí la veda para que viniesen a buscarme para crear la ficha, y a día de hoy, solo uno me ha llamado y ya tenia una de antes. Después de esto, siempre me quejaré infinito de los "roleros" sanluqueños.
Por otro lado, voy a depositar un poco de confianza en los roleros politécnicos, y voy a intentar organizar una puerta a la crónica allí. Espero que estos no sean de los que dicen "¡Si tio! Yo quiero jugar, echo en falta un poco de rol en mi vida" y luego desaparecen de la vista cual mosquito porculero nocturno. No creo que ninguno de esos posibles jugadores vean este blog a tiempo, pero os digo que es una oportunidad fantastica.
Menos mal que aun tengo fanáticos entre mis huestes roleras, que gracias a que don Kiki "Marronero" Barrilito, al que su jugador vino a Sanlucar unos días, ya pueden volver a jugar sin problemas por donde lo dejamos, ya que otra vez esta el tornado andante ese liberado y buscando mas marrones en los que meterse. Molaría volver a los tiempos de Villa Papa, precursores de la crónica.
Y el otro grupo importante, que ha jugado por dos veces en la misma (ya que en el primer intento murieron todos a la vez tras enfrentarse a un dragón con sus dos hijos), puede que resucite de alguna manera una vez que Tin y Tamara (la mayor seguidora de este aburrido sitio (que menos que mencionarla en el 70% de los posts para no perderla xD)) tengan su madriguera lista y con ganas de jaranga. Molaría ver de nuevo a la taquígrafa (ex paladina con complejo de mecha), al jefe (ex drow y ex kamikaze), al aprovechado (ex bardo) y a otros posibles jugadores otra vez en acción.
Y a todos los que he mencionado, directa o indirectamente, tengais cara o no aun, solo he de deciros que la crónica no ha parado de madurar con el tiempo, se haya jugado o no, por lo que no hay mal que por bien no venga, y es que tanta sequía de lanzamiento de dados sirve para retomar inspiracion y ganas. Puede que aparezcan pe-ene-jotas carismáticos nuevos, nuevos y apabullantes bandos conspiradores, e incluso armamento con mas personalidad que ciertos humanos.
Se despide, vuestra mas adorada deidad:
Lord Cobra, señor de to' la arena del desierto